Desde el momento en que desata el lazo de otomán que rodea la vela y levanta la tapa plateada, tendrá que tomar algunas decisiones. ¿Coloco la vela con cuidado en la repisa de la chimenea? No, en la mesa del comedor. No, realmente, la repisa de la chimenea… ¿Debería haber comprado dos? ¿Cómo puede asegurarse de que deslumbre siempre con tanta elegancia como el día que la compró? Tenemos una idea (o cuatro) que puede ayudarle…

1. La luz al final del túnel (ling)
Que desaparezca la cera desigual. Permita que la cera se derrita y se extienda hasta los bordes la primera vez que prenda la vela, y no la apague hasta que haya hecho esto. Esto es muy importante. 

2. Déjela estar
Al encender la mecha por primera vez, es posible que vea algo de humo. No se alarme. Solo necesita un poco de tiempo para calentar la cera adecuadamente.

3. Prepare la mecha
Diga adiós a los engorrosos residuos. Antes de prenderla, recorte la mecha a unos 6 milímetros para que esté siempre impecable y elegante.

4. Combinaciones atractivas
¿Qué puede ser más agradable que el resplandor de una vela aromática? Dos, tres, cuatro. En diferentes aromas y tamaños. Prepare un espectacular centro de mesa para su próxima cena.